miércoles, 29 de septiembre de 2010

El análisis carta a carta en el póker

La diferencia entre un jugador de póker y un buen jugador de póker siempre será el análisis. “Analizar o no analizar”, diría un personaje de Shakespeare muy ancho en su mesa de un torneo de Texas Hold’em. El análisis carta a carta en el póker es uno de los tips más importantes a la hora de jugar, y también uno de los más difíciles de dominar.

Pasó a paso con la mente atenta

¿Por qué decimos que es uno de los tips más difíciles a la hora de jugar? Sencillo, porque aquí nuestra psique (eso que tratamos de analizar en los artículos sobre la psicología del jugador) puede engañarnos con promesas de una mano ganadora que no es tal. Es muy fácil ver obturada nuestra capacidad de análisis, sobre todo si contamos con una buena mano.
Aquí lo más importante será ir carta a carta. Primero con nuestra mano, luego con el flop, el turn y el river. Para esto, procederemos a analizar un ejemplo que puede ilustrar claramente la necesidad de análisis carta a carta, lejos del tamborilear del corazón y de sus pasiones ante lo que creemos es una mano ganadora (la excesiva confianza será uno de los enemigos más difíciles de derrotar de nuestra psique).
Supongamos una mano de dos J y un flop de 2, 4 y 8 de distinto palo entre sí. La jugada continúa y el turn descubre un 10 de distinto palo a los de la mesa (adiós a la posibilidad del color). El river es una J, tenemos pierna. Genial. Nos dejamos llevar por un all-in, un contrincante lo iguala y adiós, perdemos.
¿Cómo puede ser posible? ¿Si dos J ya eran una excelente mano, sólo superada por pares en la mano de Q’s, K’s o Ases? Y más aún, ¿cómo hemos perdido si aún conseguimos una pierna, una mano que ya parece imbatible? Fácil, el otro jugador contaba con un 7 y un 9 y la última J le regaló una escalera. Touché.
¿Qué hemos hecho mal? Con las dos J’s en la mano y con el flop con la carta mayor menor a nuestra J y con palos distintos, allí deberíamos haber apostado fuerte. Quien tuviera la mano del 7 y el 9 seguramente no se hubiera arriesgado. Luego, el análisis carta a carta debería arrojarnos la posibilidad de la escalera y allí evaluaríamos si presionar o no. Pero siempre a sabiendas de que podemos perder, analizando cuáles son las chances de una jugada mejor a la nuestra.
Porque el póker es un juego de personalidad, estrategia y análisis. Y algo más que un juego: el póker es un deporte y una verdadera pasión.

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